INSOMNIO:
La luz azul juega un rol importante en la regulación de nuestros ritmo circadiano*. La exposición a la luz azul bloquea la producción de la melatonina, la hormona que regula el sueño. Esto aumenta nuestro estado de alerta, lo cual es muy útil durante el día, ya que nos ayuda a ser más productivos. No obstante, el uso de nuestros dispositivos digitales durante la noche, hace que estemos expuestos a la luz azul artificial en un horario al que no estamos acostumbrados, lo cual puede desencadenar en insomnio.
FATIGA VISUAL:
La luz azul se dispersa fácilmente y eso ocasiona que sea la primera en desenfocarse. Esto reduce el contraste de lo que observamos, haciendo que nuestros ojos realicen un mayor esfuerzo, contribuyendo así a aumentar la fatiga visual.
DAÑOS EN LA RETINA:
Algunos estudios sugieren que la sobreexposición a la luz azul a lo largo del tiempo podría ocasionar daños en las células de la retina. Esto puede contribuir a enfermedades oculares como la degeneración macular relacionada con la edad**.
*ritmo circadiano: cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo de 24 horas.
**degeneración macular relacionada con la edad: enfermedad asociada con el envejecimiento que gradualmente destruye la visión central y el detalle de la imágenes.